Para las de mi
especie, el verano es una época de abundancia y felicidad. Pero por lo que
hemos podido comprobar, para el Homo
sapiens no es tan buena. No se sabe si ha sido por el calor, o por la
crispación social contenida, pero el verano ha sido de “padre y muy señor mío”
que decía mi tío Zósimo.
Hasta el momento de
escribir esta columna, ocho hombres habían muerto corneados por toros en los
distintos “festejos” que se celebran a lo largo y ancho de este país. Terrible,
no. Pues las reacciones han sido de lo más suave posible. Parece ser que mi
admirado Gila tenía razón cuando decía aquello de “y lo qué nos hemos reído” al
referirse a las burradas que se hacían en las fiestas de su pueblo. Esta
Chinche no lo puede entender.
Lo mismo que no le cabe en su pequeña cabeza de
insecto que en lo que va de este año 2015, ¡33 mujeres! hayan sido asesinadas
por sus parejas o ex parejas, y de esta escalofriante cifra, 11 lo hayan sido
durante los meses de julio y agosto.
Imagínense ustedes
que una organización terrorista hubieran asesinado, en uno o en sucesivos
atentados a 19 personas durante los dos meses de este tórrido verano
¡Estaríamos en alerta cinco, por lo menos! Y la prensa echaría humo en sus
portadas y artículos de fondo. Pero no, cada una de estas muertes ha ocupado
uno o dos días en los medios y, ¡a otra cosa! No me negarán ustedes que los
humanos de este sufrido país no están un poco tocados ¡Será por “la calor”!
También ha tenido su
aquel, la famosa entrevista entre el ex alto cargo del PP y presunto
delincuente Rodrigo Rato, y su excelencia el Ministro del Interior don Jorge
Fernández Díaz. Según el presunto delincuente, hablaron de “todo lo que me está
pasando”, y según el actual Ministro, hablaron de “las más de 400 amenazas en la
red social Twitter”. La realidad que cualquiera comprende es que, hablaran de
lo que hablaran, en un país serio y verdaderamente democrático, el señor
Ministro hace días que estaría en su casita, o en un retiro espiritual del Opus
Dei, arrepintiéndose de sus mentiras y pecados. Esta Chinche cree recordar que,
hace no mucho tiempo, un ministro dimitió porque coincidió en una cacería con
un juez imputado.
Lo dicho, ¡vaya
veranito! A ver si con la llegada del otoño y su consiguiente bajada de las
temperaturas, se refresca el ambiente y se tranquiliza el personal. Sin duda,
los procesos electorales que se anuncian para esta época, ayudarán a ello. Al
menos, podrán desahogarse en las urnas.
Cimex lectularius
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