La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Viajes y ‘don Tancredo’

En primer lugar, esta Chinche quiere pedir disculpas por su ausencia la quincena pasada en las páginas de CARRIÓN, tanto a quienes tan amablemente me permiten expresar mis opiniones, como a los posibles lectores de las mismas. Complicaciones “viajeras” me impidieron acudir a mi cita quincenal con todos ustedes.
Es lo que tiene ser un ciudadano de “a pie” y no formar parte de los acompañantes y colaboradores en los viajes de nuestro presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, que según informan diversos medios de comunicación, y a pesar de la crisis que estamos padeciendo en este nuestro país, tira de “Dessault Falcon 900B”, un avioncito de nada que nos cuesta a todos y todas la friolera de 5.000 euros por hora solo en gastos de combustible. Y no es que lo use solamente para los viajes oficiales, que tampoco entiende esta Chinche por qué razón no puede viajar de una forma normal en un avión de línea, sino que es que además lo utiliza para desplazarse a actos y actividades de su partido, el PP.
Pero es que para mayor escarnio, en algunos de esos viajecitos, por ejemplo en el que realizaron don Mariano y ocho de sus colaboradores de regreso de Gdansk (Polonia) el pasado 10 de junio, en donde habían asistido al primer partido de la selección española en la Eurocopa en la que España empató con Italia, se pegaron una cenita de nada a base de solomillos de ternera y rodaballo salvaje, regados con dos botellas de vino de Rueda y cinco de Rioja, que nos costó a los españolitos la friolera de mil euros ¡No quiero ni pensar lo que habríamos tenido que apoquinar si llega a ganar nuestra selección!
Y mientras esto pasa ante nuestras asombradas narices, el principal partido de la oposición, al menos de momento, el PSOE, haciendo el “don Tancredo”, esa suerte taurina que consiste en mantenerse inmóvil como una estatua, esperando que el astado ignore tu presencia y no te embista.
Después del solemne batacazo electoral sufrido en Galicia y Euskadi, tanto la señora Valenciano, como don Óscar López y, más vale tarde que nunca, el señor Rubalcaba, se nos despachan con un “aquí no ha pasado nada”, “nadie tiene responsabilidades”, y “nadie va a dimitir de nada”.
La esencia de la democracia representativa consiste en la opción que tienen los ciudadanos de elegir entre varias opciones políticas con posibilidades de gobernar. El “tancredismo” del actual PSOE, su falta de ideas, proyecto y liderazgo, está dejando a los españoles, que cada día están más defraudados con el actual gobierno del PP, sin opciones reales de alternancia política. Así se ha puesto en evidencia en las elecciones gallegas, en las que, con menos votos reales, el PP ha conseguido más escaños, como consecuencia del aumento de la abstención.
Para que la democracia funcione, se necesitan alternativas reales de gobierno diferenciadas, y la izquierda española, en estos momentos, tiene muy pocas posibilidades de ser una alternativa a este gobierno neo liberal.
O se construye una alternativa realista y con soluciones diferentes desde la izquierda, o tendremos PP para rato. Y eso no es bueno, no ya para los ciudadanos y para el estado de bienestar que nos habíamos ido construyendo con esfuerzo, sino para el propio sistema democrático.

lunes, 1 de octubre de 2012

Abrir ventanas

Mientras escribo esta columna quincenal de La Chinche, que por servidumbres editoriales lo hago el martes día 25, en los alrededores del Congreso de los Diputados está teniendo lugar un “espectáculo” que podríamos calificar de preocupante y vergonzoso. Cientos o miles de ciudadanos, indignados y defraudados con la clase política en general, y con el actual gobierno del PP en particular, “rodean” el Palacio de la Carrera de San Jerónimo en respuesta a la convocatoria del Movimiento 15M, mientras un excesivo y aparatoso despliegue policial intenta impedírselo con sucesivas y cada vez más violentas cargas.
En una pausa de la información de estos acontecimientos escucho una noticia, esta procedente de los EEUU, en la que se informa que Mitt Romney, el candidato del Partido Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, ha manifestado que “las ventanillas de los aviones deberían poder abrirse, como las de los coches”.
A estas alturas del artículo, se preguntarán ustedes ¿qué tienen que ver ambas noticias? Pues según mi opinión, bastante más de lo que parece, y me explico.
La boutade de Mr. Romney nos sitúa ante la evidencia de que cabe la posibilidad que semejante personaje gobierne uno de los países más poderosos e influyentes del mundo, cosa que de ocurrir realmente sería un claro exponente del nivel de los políticos actuales a escala mundial, y que ratificaría y reforzaría la opinión que en España se tiene de una clase política desprestigiada y, en muchos supuestos, alejada de la realidad social y ciudadana.
Y esto es peligroso, ¡muy peligroso!, porque como esta Chinche ha afirmado reiteradas veces, y sigue creyendo en ello, la democracia parlamentaria y los partidos políticos que articulan la participación de los ciudadanos de un país en su propio gobierno, siguen siendo el mejor de los sistemas políticos que conozco. Es cierto que con defectos, al igual que toda obra humana, pero el mejor.
Y el peor de esos defectos, y una de las principales causas de la cada vez más profunda brecha entre los políticos y los ciudadanos, es la sensación que estos últimos tienen de que los primeros, los partidos, son una especie de secta cerrada y extraña, que solamente se preocupa de las luchas por la promoción interna de sus dirigentes y que en el interior de los mismos los debates y discusiones están totalmente alejados de la realidad que preocupa a los ciudadanos. Cosa que por cierto es, en muchos más casos de lo que sería de desear, bastante próximo a la realidad actual de muchas de nuestras organizaciones políticas actuales.
Por esta razón, y porque esta Chinche sigue creyendo que los partidos políticos son necesarios para articular y canalizar las aspiraciones de los ciudadanos, es por lo que creo que las ventanas y las puertas que deben abrirse de par en par, son las de estas organizaciones, para que el papel que las mismas tienen en nuestra democracia siga siendo ejercido con responsabilidad, y para que los ciudadanos vuelvan a recuperar la credibilidad y confianza en ellos que nunca debiera haberse perdido.

Así que, Mr. Romney, las de los aviones no, que se despresuriza la cabina y palmamos todos. Las ventanas que deben abrirse son las de los partidos.

Puiblicado en el periódico CARRIÓN del 01/10/2012