La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

lunes, 1 de octubre de 2012

Abrir ventanas

Mientras escribo esta columna quincenal de La Chinche, que por servidumbres editoriales lo hago el martes día 25, en los alrededores del Congreso de los Diputados está teniendo lugar un “espectáculo” que podríamos calificar de preocupante y vergonzoso. Cientos o miles de ciudadanos, indignados y defraudados con la clase política en general, y con el actual gobierno del PP en particular, “rodean” el Palacio de la Carrera de San Jerónimo en respuesta a la convocatoria del Movimiento 15M, mientras un excesivo y aparatoso despliegue policial intenta impedírselo con sucesivas y cada vez más violentas cargas.
En una pausa de la información de estos acontecimientos escucho una noticia, esta procedente de los EEUU, en la que se informa que Mitt Romney, el candidato del Partido Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, ha manifestado que “las ventanillas de los aviones deberían poder abrirse, como las de los coches”.
A estas alturas del artículo, se preguntarán ustedes ¿qué tienen que ver ambas noticias? Pues según mi opinión, bastante más de lo que parece, y me explico.
La boutade de Mr. Romney nos sitúa ante la evidencia de que cabe la posibilidad que semejante personaje gobierne uno de los países más poderosos e influyentes del mundo, cosa que de ocurrir realmente sería un claro exponente del nivel de los políticos actuales a escala mundial, y que ratificaría y reforzaría la opinión que en España se tiene de una clase política desprestigiada y, en muchos supuestos, alejada de la realidad social y ciudadana.
Y esto es peligroso, ¡muy peligroso!, porque como esta Chinche ha afirmado reiteradas veces, y sigue creyendo en ello, la democracia parlamentaria y los partidos políticos que articulan la participación de los ciudadanos de un país en su propio gobierno, siguen siendo el mejor de los sistemas políticos que conozco. Es cierto que con defectos, al igual que toda obra humana, pero el mejor.
Y el peor de esos defectos, y una de las principales causas de la cada vez más profunda brecha entre los políticos y los ciudadanos, es la sensación que estos últimos tienen de que los primeros, los partidos, son una especie de secta cerrada y extraña, que solamente se preocupa de las luchas por la promoción interna de sus dirigentes y que en el interior de los mismos los debates y discusiones están totalmente alejados de la realidad que preocupa a los ciudadanos. Cosa que por cierto es, en muchos más casos de lo que sería de desear, bastante próximo a la realidad actual de muchas de nuestras organizaciones políticas actuales.
Por esta razón, y porque esta Chinche sigue creyendo que los partidos políticos son necesarios para articular y canalizar las aspiraciones de los ciudadanos, es por lo que creo que las ventanas y las puertas que deben abrirse de par en par, son las de estas organizaciones, para que el papel que las mismas tienen en nuestra democracia siga siendo ejercido con responsabilidad, y para que los ciudadanos vuelvan a recuperar la credibilidad y confianza en ellos que nunca debiera haberse perdido.

Así que, Mr. Romney, las de los aviones no, que se despresuriza la cabina y palmamos todos. Las ventanas que deben abrirse son las de los partidos.

Puiblicado en el periódico CARRIÓN del 01/10/2012

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