La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

viernes, 16 de mayo de 2014

Elecciones

Aunque muchas veces a esta Chinche le da la sensación de que algunos humanos de este país se encuentran permanentemente en campaña electoral, en estos días he notado que no es cierto. Dicen que ahora sí, están en “campaña”. Parece ser que para elegir a unos señores que llaman parlamentarios europeos, de los que la mayor parte del tiempo, entre campaña y campaña, no tenemos prácticamente noticia alguna.

En estos días de campaña, nos vamos enterando de que existen; de que trabajan unos días en Bruselas y otros en Estrasburgo, traslados en los que se gastan “una pasta gansa”; de que cobran un sueldo bastante “digno” (6.200€ de sueldo, más 4.300€ para gastos, más 340€ por cada día de asistencia y viajes pagados); y de que, al parecer, lo que ellos deciden tiene cada día más importancia en nuestras vidas.

Nuestras calles se han llenado de carteles, bien es verdad que muchos menos que en las campañas de hace unos años, en los que cada partido intenta transmitir sus mensajes. Desde al azulón metálico con el “ninot” de Arias Cañete del PP, pasando por los rojos revolución de IU y las muchedumbres electorales de UPyD, hasta llegar al posado interesante de Elena Valenciano del PSOE.

Además, y para completar el panorama, los políticos de todo color y de cualquier tiempo, se lanzan a los medios de comunicación sin ningún rubor ni comedimiento, lo que hace imposible que en el escaso espacio de esta columna pueda comentar sus brillantes aportaciones.

Pero no quiero dejar pasar lo que han aportado dos ex presidentes en sus primeras salidas al ruedo de la campaña. El señor Aznar con su primero “no me han llamado” y luego “ahora no voy”, nos ha dado una lección de soberbia mezclada con rabieta de niño pequeño.

Y para no quedarse al margen, don Felipe González les ha metido un torpedo en la línea de flotación del discurso de los socialistas con su aportación de que, si fuera necesario, “no vería mal un pacto pos electoral entre el PP y el PSOE” ¡Toma recuperación del discurso de izquierdas!

En fin, cosas de campaña. Al fin y al cabo, como dicen los humanos, pasadas las mismas, de lo dicho en ellas, nada de nada. Luego se quejarán de que no les hace caso nadie.

Cimex lectularius

Publicado en CARRIÓN el 15.05.2014

Ritos

En el momento en que me pongo a escribir esta columna, las campanas de la catedral palentina están repicando con toda su energía, y por las televisiones de medio mundo se retrasmiten imágenes de un acontecimiento que me produce una intensa curiosidad. En una de las plazas más bellas del mundo, una multitud de individuos de la especie Homo sapiens, asisten extasiados a una curiosa y espectacular ceremonia. El representante en este planeta de uno de los innumerables dioses en los que algunos humanos creen, está procediendo a confirmar de forma fehaciente que dos de sus antecesores en el cargo están en el cielo. Es decir que, tras su muerte biológica, han pasado a la contemplación eterna y beatífica de su dios en un supuesto paraíso.
¡Qué suerte tienen algunos seres humanos! Si durante su ciclo vital en el planeta Tierra cumplen con fidelidad los preceptos de alguna de las múltiples religiones que se han constituido, tendrán otra vida después de muertos, y esta vez para toda la eternidad. Y digo algunos con toda la intención, ya que, según las distintas creencias, aquellos que no cumplan esos preceptos también tendrán otra vida después de la muerte, pero en este caso llena de distintos, variados y a cual más crueles sufrimientos.
Ahora bien, lo más curioso de este sistema que algunos humanos han adoptado para garantizarse una vida después de muertos, es que los que deciden quiénes pasan a una situación beatífica y placentera, o por el contrario pasan a sufrir eternamente, son unos pocos individuos que, no se sabe muy bien en razón de qué, o gracias a quién, se han erigido en representantes de los distintos seres supremos y en administradores de sus gracias o condenas.
Y más incomprensible aún para esta humilde Chinche, que tiene muy claro que cuando finalice su ciclo vital en este planeta volverá a convertirse en la materia orgánica de la que procede, es el hecho, repetido muchísimas veces a lo largo de la historia, de que matar a seres humanos que no son fieles a las creencias de unos, ha sido una garantía para ir directamente al paraíso propio.
Ahora bien, hay que reconocer que la ceremonia que hoy se celebra en esa plaza tan hermosa de Roma, es ¡espectacular!
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 02.05.2014

Cataluña y la izquierda

Esta Chinche está totalmente despistada y perdida con el trajín que los humanos de este país se traen con el “tema catalán”. Será porque las chinches, al igual que el resto de especies animales, no distinguimos a nuestros congéneres por su lugar de nacimiento, pero el tan traído y llevado debate sobre los nacionalismos nos es absolutamente extraño. Una circunstancia absolutamente casual como es el nacer en uno u otro lugar de este pequeño planeta, ¿puede ser tan importante como para diferenciar a unos seres humanos de otros? Pues parece ser que, para algunas mentes estrechas, así es.
Pero el estado de  despiste se convierte en una situación casi de esquizofrenia si quienes defienden esa clasificación por nacionalidades son los que, al menos en el nombre, se proclaman de “izquierdas”.
Produce verdadero sonrojo escuchar a los mismos que un día cantan apasionadamente aquello de “Agrupémonos todos,/en la lucha final./El género humano/es la internacional.”, defender al día siguiente las diferencias sustanciales y definitivas de los catalanes respecto al resto de España, e incluso del mundo mundial.
No es de extrañar que los tradicionales votantes de izquierda estén totalmente desorientados y perdidos a la hora de decidir su voto, cuando escuchan en un mismo acto hablar de los “derechos históricos de los catalanes” y terminar cantando apasionadamente “El hombre del hombre es hermano/derechos iguales tendrán/la Tierra será el paraíso,/patria de la Humanidad”.
Esta Chinche siempre ha pensado que un trabajador catalán tiene más en común con otro andaluz, vasco, bávaro o francés, que con los capitalistas especuladores financieros, por muy catalanes que sean. Cuando además, estos últimos, por muy nacionalistas que aparenten ser, han entendido perfectamente lo de la globalización y no les tiembla el pulso si tienen que deslocalizar sus empresas y mover sus capitales al primer paraíso fiscal que se les ponga a tiro.
Lo dicho, lo de la izquierda y Cataluña es un auténtico despropósito.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 15.04.2014

Adolfo Suárez

Mientras escribo esta columna, se están celebrando en Madrid las exequias en honor del que fue el primer presidente de este país tras la restauración del régimen democrático después de los cuarenta años de dictadura que siguieron a la Guerra Civil.
A medida que pasen los años, la historia le irá ubicando en el lugar que sin ninguna duda le corresponde, y se analizarán con rigor las luces y las sombras que, como toda obra humana, tuvo su acción política. Pero esta Chinche no se resiste a la tentación de hacer algunos comentarios sobre lo sucedido en torno a esta gran figura de la política española, durante los tres o cuatro días que han transcurrido desde que su hijo, de forma a mi modo de ver totalmente precipitada e inapropiada, anunciara el “inminente” desenlace que finalmente se produjo.
Decía mi padre “líbreme dios del día de las alabanzas”, y, una vez más, así ha sido. La clase política de toda tendencia y pelaje, con escasas y honrosas excepciones, se ha sumado al coro de alabanzas a cual más grandilocuente, algunos de ellos incluso, derramando “lágrimas de cocodrilo”, unos reptiles que, como supongo saben todos ustedes, debido a una función puramente fisiológica de sus ojos, siempre que permanecen fuera del agua parece que están llorando, aunque estén preparados para merendarse a la primera presa que se les ponga a tiro.
Bien está que el día en el que alguien fallece, mostremos respeto por su figura y acompañemos a su familia y amigos en su lógico duelo. Pero que muchas de las personas y personajes que en su momento colaboraron de forma activa en su marginación política, y no precisamente desde la lógica oposición sino también y principalmente desde sus propias filas, ahora saquen el incensario y nos atufen con el olor a incienso, al menos a esta Chinche, le ha revuelto su simple aparato digestivo.
Con su particular estilo político, práctico y dialogante, supo conseguir que el franquismo se hiciera el harakiri y que las fuerzas políticas que habían permanecido durante la dictadura en la lucha clandestina, aceptaran entrar en un proceso de diálogo y consenso que culminó con la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978.
Después, pasó lo que pasó. Pero dejemos que la historia estudie y lo valore con perspectiva. Hoy toca desear que descanse en paz.
 Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 31.03.2014

10 años del 11-M

Por lo que esta Chinche sabe, hay instantes en la vida de los seres humanos que éstos recuerdan con total nitidez, por muchos años que hayan pasado. Según su edad, casi todos recuerdan qué estaban haciendo la madrugada del 19 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong pisó por primera vez la Luna; o la tarde del 23 de febrero de 1981, cuando Tejero entró en el Congreso de los Diputados pistola en mano y dispuesto a secuestrar la soberanía del pueblo y la democracia; o el mediodía del 11 de septiembre de 2001, cuando el terrorismo sacudió al mundo entero estrellando dos aviones contra las Torres Gemelas de New York.
En el momento de escribir esta columna, hace exactamente 10 años y unas pocas horas que, el 10 de marzo de 2004, tenía lugar el mayor atentado de la historia de este país, por otra parte bastante habituado por desgracia a sufrir esta lacra social durante demasiados años. Unos locos suicidas que creían que con su acción estaban cumpliendo con los designios y mandatos de “su dios”, se llevaron por delante la vida de casi doscientas personas, y marcaron para siempre, con lesiones físicas o mentales, a unos cuantos miles más.
Pero además, este terrible atentado tuvo algunos efectos colaterales, alguno de los cuales no ha cesado diez años después. El gobierno del PP de entonces, presidido por don José María Aznar, se empeñó en mantener engañados a los españoles y en adjudicar la autoría del atentado a ETA, mintiendo y ocultando los indicios que les proporcionaban los investigadores, lo que colaboró a que perdieran de forma estrepitosa las elecciones que se celebraron sólo tres días después. Y en ese afán por “mantenella y no enmendalla”, tuvieron el apoyo entusiasta de una parte de la prensa más reaccionaria de este país, que sigue con el “raca, raca”.
Hoy, diez años después, y tras una sentencia firme de los tribunales condenando a los autores materiales del hecho, hay quien sigue en sus trece, y no solo entre determinada prensa. La actual secretaria general del PP, doña Mª Dolores de Cospedal, en aquel momento Subsecretaria del Ministerio del Interior, sigue insistiendo en sembrar dudas ¡Qué país!
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 17.03.2014

Ilegales

Dado que esta Chinche, al igual que todas, se alimenta principalmente de sangre del Homo sapiens, aunque si ésta escasea tampoco desprecia la de otros animales de sangre caliente, y que mi principal actividad se desarrolla por la noche, nunca ha entendido bien las diferencias que algunos humanos establecen entre ellos según sea el lugar de nacimiento, el sexo, o el color de la piel. Para mí, todos son susceptibles de proporcionarme mis preciados nutrientes, y puedo asegurar que no existe la más mínima diferencia entre ellos: toda su sangre es idéntica.
Por eso me cuesta tanto entender algunas de las expresiones que determinados individuos de esa complicada especie utilizan para referirse a otros seres de la misma: sin papeles, ilegales, negratas, sudacas, etc. Cuando escucho estos adjetivos aplicados a sus semejantes, tengo mis serias dudas de que el término “sapiens” esté correctamente aplicado para formar el nombre binomial de la especie, y no fuera más apropiado el de “stupidus”, sobre todo aplicado a algunos individuos, que de esta forma pasarían a configurar una subespecie, perfectamente distinguible y diferenciable de la otra.
Y el colmo de esta estupidez que roza la falta de humanidad, con lo que también estaría mal utilizado el término “homo”, está viviendo en estas últimas fechas su más trágica representación en las ciudades de Ceuta y Melilla, aunque no hace mucho llegó a sus cotas más altas en la isla italiana de Lampedusa.
La muerte de unos seres humanos, que lo único que intentan es huir de la miseria, del hambre, de las guerras y, en definitiva de una muerte prematura, debería remover las conciencias del resto de la especie humana.
Mientras las diferencias entre los que más tienen, sean personas o países, y los que menos tienen o no tienen nada, no se equilibren y se reduzcan, no habrá valla, ni concertina, ni material antidisturbios que frene el éxodo hacia el primer mundo.
PD: El espectáculo del principal partido de la oposición de este país absteniéndose en la censura al Ministro del Interior, tardará mucho tiempo en borrarse de la memoria de muchas personas que piensan que ningún ser humano puede ser “un ilegal”.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 03.03.2014