La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

viernes, 16 de mayo de 2014

Ritos

En el momento en que me pongo a escribir esta columna, las campanas de la catedral palentina están repicando con toda su energía, y por las televisiones de medio mundo se retrasmiten imágenes de un acontecimiento que me produce una intensa curiosidad. En una de las plazas más bellas del mundo, una multitud de individuos de la especie Homo sapiens, asisten extasiados a una curiosa y espectacular ceremonia. El representante en este planeta de uno de los innumerables dioses en los que algunos humanos creen, está procediendo a confirmar de forma fehaciente que dos de sus antecesores en el cargo están en el cielo. Es decir que, tras su muerte biológica, han pasado a la contemplación eterna y beatífica de su dios en un supuesto paraíso.
¡Qué suerte tienen algunos seres humanos! Si durante su ciclo vital en el planeta Tierra cumplen con fidelidad los preceptos de alguna de las múltiples religiones que se han constituido, tendrán otra vida después de muertos, y esta vez para toda la eternidad. Y digo algunos con toda la intención, ya que, según las distintas creencias, aquellos que no cumplan esos preceptos también tendrán otra vida después de la muerte, pero en este caso llena de distintos, variados y a cual más crueles sufrimientos.
Ahora bien, lo más curioso de este sistema que algunos humanos han adoptado para garantizarse una vida después de muertos, es que los que deciden quiénes pasan a una situación beatífica y placentera, o por el contrario pasan a sufrir eternamente, son unos pocos individuos que, no se sabe muy bien en razón de qué, o gracias a quién, se han erigido en representantes de los distintos seres supremos y en administradores de sus gracias o condenas.
Y más incomprensible aún para esta humilde Chinche, que tiene muy claro que cuando finalice su ciclo vital en este planeta volverá a convertirse en la materia orgánica de la que procede, es el hecho, repetido muchísimas veces a lo largo de la historia, de que matar a seres humanos que no son fieles a las creencias de unos, ha sido una garantía para ir directamente al paraíso propio.
Ahora bien, hay que reconocer que la ceremonia que hoy se celebra en esa plaza tan hermosa de Roma, es ¡espectacular!
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 02.05.2014

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