La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

viernes, 15 de junio de 2012

Pasta gansa


¿Alguien sabe de verdad cuanto son cien mil millones de euros (100.000.000.000 €)? Para los que aún tienen que pasar a pesetas las cifras muy grandes, ¡diez y seis billones, seiscientos treinta y ocho mil seiscientos millones de pesetas (16.638.600.000.000 Ptas.)
!¡Una auténtica pasta gansa!
Solo para hacernos una pequeña idea de lo que estas cantidades significan, ahí van algunos ejemplos. Una familia que se gaste 1 € diario en pan, tendría para comprar pan durante casi 274 millones de años. Si pusiéramos esa pasta gansa en monedas de 1 € una junto a la otra, podríamos hacer un anillo que rodeara la Tierra por el ecuador 58 veces. Y para transportar esa ingente cantidad de monedas de 1 €, necesitaríamos 25.000 camiones de 30 toneladas.
Pues, nada más y nada menos que esa pasta es la que al parecer necesita nuestro sistema bancario para poder salir adelante y no mandar al carajo todos nuestros ahorros. Y también parece ser que, gracias a las buenas gestiones y a las presiones que ha ejercido en Europa nuestro queridísimo presidente don Mariano Rajoy, alias “el ausente”, la Unión Europea está dispuesta a apoquinar. Eso sí, los intereses de ese préstamo y la responsabilidad del mismo si no se llegara a devolver, es del Estado español, es decir, de todos y cada uno de los y las españolitos/as, como se dice de forma políticamente correcta.
Y esta Chinche puede estar de acuerdo en que, si es necesario hacer este esfuerzo para salvar a los bancos para que éstos a su vez hagan circular de nuevo ese crédito tan necesario para nuestras empresas, nos pongamos a buscar esos veinte cinco mil camiones, los mandemos a donde se encuentre toda esa pasta y nos la traigan para España. Y hasta está dispuesta a que los portes corran de nuestra cuenta, que también supondrá un pico, sobre todo si tienen que repostar en alguna de las autonomías que han aplicado el mal llamado céntimo sanitario en el precio de los carburantes.
Ahora bien, hasta aquí llega mi disponibilidad. Lo que esta Chinche no está dispuesta a consentir es que semejante descalabro económico y financiero se salde así, sin más. Nuestro sistema bancario no ha llegado a esta situación por culpa de ninguna catástrofe natural. Unos bancos que solamente hace un año eran calificados como “los mejores del mundo” por el anterior presidente de gobierno, han sido llevados al borde de la quiebra, e incluso alguno a la quiebra total, por personas concretas. Y como de una forma u otra, y si no al tiempo, los españolitos  y las españolitas “de a pie” vamos a terminar pagando los platos rotos, digo yo que habrá que exigir responsabilidades.
Porque en este asunto hay responsables directos e indirectos, y hay responsabilidades políticas y puede que penales que se deben exigir.
Han fallado de forma estrepitosa los organismos reguladores y de control, que son responsabilidad del gobierno. En las cajas de ahorro se han producido nombramientos de consejeros y de gestores con criterios políticos y no con criterios de capacidad y valía. Se han utilizado sus asambleas y sus puestos en los distintos órganos para recompensar servidumbres de los partidos políticos, y para colocar a aliados y descabalgados de la responsabilidad política directa. Se ha utilizado sus obras sociales para satisfacer los aires de grandeza de alcaldes y otros responsables políticos, construyendo mastodónticas obras e infraestructuras que luego, esos mismos responsables políticos, han sido incapaces de mantener dado su elevado coste, etc.
Así que, si es necesario pagamos. Pero como dice el dicho popular “el que paga manda” y por lo tanto debemos exigir que los responsables de este desaguisado lo paguen. Con sus dimisiones los políticos y, si es preciso, con la cárcel sus gestores.
Cimex lectularius
Columna de la Chinche en el periódico CARRIÓN del 15.06.2012

jueves, 7 de junio de 2012

Fin de semana ‘caribeño’


Carlos Divar

Entre los escasos conocimientos que esta Chinche tenía de las costumbres de los humanos estaba una muy sana y relajante que ellos llaman fin de semana, y que consiste en descansar de sus tareas y trajines semanales durante la tarde del sábado y el domingo; y su variante conocida como fin de semana inglés, que se inicia en la tarde del viernes. Pero hete aquí que gracias al carajal que tienen organizado los miembros del Consejo General del Poder Judicial, me he enterado, y creo que al mismo tiempo que el resto de la especie humana, de que también existen los fines de semana caribeños. Dicha variante del descanso semanal consiste, ni más ni menos, en que el mismo se alarga desde al jueves a medio día hasta el lunes inclusive. Es decir, que nuestros ilustres integrantes del órgano de administración de los jueces, curran dos días y medio, justo la mitad que el resto de los mortales que disfrutan el privilegio de tener un curro más o menos decente.
Y esto, que ya por si solo debería hacer que a los susodichos magistrados se les cayera la cara de vergüenza, no es todo. Y es que, parece ser, el presidente de tan alto poder del estado, don Carlos Dívar, católico confeso y miembro activo del Opus Dei, se pagaba algunos de esos fines de semana, en concreto 20 según la denuncia de otro miembro del citado órgano, en hoteles y restaurantes de lujo de Marbella con dinero de la institución. En total casi 13.000 euros de vellón que el presidente del tercer poder del estado, el Judicial, nos ha endosado a todos los ciudadanos para disfrutar de sus fines de semana caribeños. Será que a don Carlos su insignificante sueldo de 130.152 euros al año no le llegan para cubrir los más esenciales gastos de supervivencia y se ve en la triste necesidad de cargar a la institución sus viajes de fin de semana ¡Manda huevos! que diría Trillo.
Y lo más gordo y grave del asunto, que hace que mis sufridos Homo sapiens estén hasta un poco más arriba de las rodillas ante la que está cayendo, es que el Fiscal que ha tramitado la denuncia se ha despachado diciendo que no ha lugar puesto que en estas prácticas “no se aprecia ánimo de lucro por parte de D. Carlos Dívar. ¡Nos ha tocado las narices el andobo!
Así que ya sabéis queridos humanos, todo aquel que tenga la posibilidad de hacerlo, debéis cargar a la empresa o institución para la que trabajéis vuestros viajes de los fines de semana, ya que dicha acción no se hace con ánimo de lucro y, por lo tanto, no es un ilícito penal.
Esta Chinche, lega como es en temas de práctica jurídica, tiene que aceptar las curiosas resoluciones del fiscal, y por lo tanto respetar su decisión de que don Carlos no ha incurrido en delito. Pero ni este fiscal, ni el sursum corda le va a impedir manifestar lo que piensa al respecto: que este comportamiento es una inmoralidad como la copa de un pino, impropio de quién preside la máxima institución del Poder Judicial de este país, y que, si este buen y piadoso señor tuviera un mínimo de dignidad, lo que debería hacer inmediatamente es dimitir de su cargo y esconderse debajo de la piedra más grande que encuentre.
Publicado en el periódico CARRIÓN, el 31.05.2012