La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

jueves, 7 de junio de 2012

Fin de semana ‘caribeño’


Carlos Divar

Entre los escasos conocimientos que esta Chinche tenía de las costumbres de los humanos estaba una muy sana y relajante que ellos llaman fin de semana, y que consiste en descansar de sus tareas y trajines semanales durante la tarde del sábado y el domingo; y su variante conocida como fin de semana inglés, que se inicia en la tarde del viernes. Pero hete aquí que gracias al carajal que tienen organizado los miembros del Consejo General del Poder Judicial, me he enterado, y creo que al mismo tiempo que el resto de la especie humana, de que también existen los fines de semana caribeños. Dicha variante del descanso semanal consiste, ni más ni menos, en que el mismo se alarga desde al jueves a medio día hasta el lunes inclusive. Es decir, que nuestros ilustres integrantes del órgano de administración de los jueces, curran dos días y medio, justo la mitad que el resto de los mortales que disfrutan el privilegio de tener un curro más o menos decente.
Y esto, que ya por si solo debería hacer que a los susodichos magistrados se les cayera la cara de vergüenza, no es todo. Y es que, parece ser, el presidente de tan alto poder del estado, don Carlos Dívar, católico confeso y miembro activo del Opus Dei, se pagaba algunos de esos fines de semana, en concreto 20 según la denuncia de otro miembro del citado órgano, en hoteles y restaurantes de lujo de Marbella con dinero de la institución. En total casi 13.000 euros de vellón que el presidente del tercer poder del estado, el Judicial, nos ha endosado a todos los ciudadanos para disfrutar de sus fines de semana caribeños. Será que a don Carlos su insignificante sueldo de 130.152 euros al año no le llegan para cubrir los más esenciales gastos de supervivencia y se ve en la triste necesidad de cargar a la institución sus viajes de fin de semana ¡Manda huevos! que diría Trillo.
Y lo más gordo y grave del asunto, que hace que mis sufridos Homo sapiens estén hasta un poco más arriba de las rodillas ante la que está cayendo, es que el Fiscal que ha tramitado la denuncia se ha despachado diciendo que no ha lugar puesto que en estas prácticas “no se aprecia ánimo de lucro por parte de D. Carlos Dívar. ¡Nos ha tocado las narices el andobo!
Así que ya sabéis queridos humanos, todo aquel que tenga la posibilidad de hacerlo, debéis cargar a la empresa o institución para la que trabajéis vuestros viajes de los fines de semana, ya que dicha acción no se hace con ánimo de lucro y, por lo tanto, no es un ilícito penal.
Esta Chinche, lega como es en temas de práctica jurídica, tiene que aceptar las curiosas resoluciones del fiscal, y por lo tanto respetar su decisión de que don Carlos no ha incurrido en delito. Pero ni este fiscal, ni el sursum corda le va a impedir manifestar lo que piensa al respecto: que este comportamiento es una inmoralidad como la copa de un pino, impropio de quién preside la máxima institución del Poder Judicial de este país, y que, si este buen y piadoso señor tuviera un mínimo de dignidad, lo que debería hacer inmediatamente es dimitir de su cargo y esconderse debajo de la piedra más grande que encuentre.
Publicado en el periódico CARRIÓN, el 31.05.2012

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