La llegada de los
primeros “calorets”, obliga a esta
Chinche a emigrar siguiendo sus fuentes de alimentación. Por esta razón, esta
columna está escrita unos cuantos días antes de la constitución de las nuevas
corporaciones locales y parlamentos autonómicos. A pesar de ello, y a la vista
de las noticias y rumores que se escuchan en estos últimos días, me voy a atrever
a hacer un análisis.
Salvo honrosas
excepciones, los llamados partidos emergentes, que en teoría nos auguraban una
nueva forma de hacer política, están cayendo en los mismos vicios y maneras que
criticaron en los partidos de la “casta”. Reuniones secretas, negociaciones
sobre puestos y cargos –con su correspondiente retribución-, vedetismos
insoportables, líneas rojas infranqueables, etc. En resumen, una falta total de
entrenamiento para el pacto y el diálogo.
Mientras tanto, PP y
PSOE, convencidos ambos de que han ganado las elecciones, están demostrando una
soberbia que, en muchos lugares, los va a llevar a la ruina política.
En Palencia, los
resultados del 24 de mayo, dejaron muchos de los ayuntamientos más importantes
de la provincia, incluida la capital, sin mayorías absolutas. Respecto a la
Diputación y las Cortes de Castilla y León, el PSOE ha sufrido una clara y
contundente derrota, perdiendo dos diputados en la corporación provincial, y un
procurador en el parlamento autonómico, que han ido a parar a PP y IU-Ganemos,
y a Podemos respectivamente.
Según las últimas
noticias, Ciudadanos ya ha inclinado la balanza a favor del PSOE en Grijota y
-¡pásmense!- el PSOE lo ha hecho a favor del PP en Barruelo.
Está casi cantado
que IU y PSOE arrebatarán la alcaldía de Villamuriel al PP, si nuevas meteduras
de pata de algunos socialistas locales no lo estropean. Más claro parece estar en
Venta de Baños el acuerdo entre los dos partidos de izquierdas. En Cervera y en
Guardo, también es casi seguro que un pacto Ciudadanos-PSOE desplace de la
alcaldía al PP. En Carrión el nombre del alcalde está pendiente de la decisión
que tome el PSOE, que tiene en sus manos mantener al actual alcalde del PP, o
producir un cambio apoyando al candidato
de Ciudadanos. De momento, el pueblo
está en ascuas y es caldo de cultivo de todo tipo de especulaciones y rumores.
Y en la capital, cada día parece más evidente que gobernará el PP en minoría.
¿Serán capaces, los
nuevos y los antiguos, de actuar intentando dar respuesta a lo que desean sus
conciudadanos, o lo harán pensando en el reparto de cargos y prebendas? Cuando
ustedes lean esta columna, tendrán ya la respuesta a estos interrogantes.
Cimex lectularius
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