Si cambiamos una sola letra, la “c” por la “r”, en
lugar de pactos, estaremos hablando de partos. Y por lo que está costando, más
bien es lo que parece, un parto y de los complicados.
Cuando
los lectores tengan en sus manos este número de CARRIÓN, estaremos asistiendo,
¡por fin!, al debate de investidura del Presidente de Gobierno, setenta y dos
días después de las elecciones generales. Y seguiremos sin saber cuál va a ser
el resultado de este primer intento.
Cuando
escribo esta columna, la situación es bastante complicada, o al menos así se lo
parece a esta humilde Chinche. Veamos. Lo que parecía que iba a ser un “ménage à trois” entre PSOE, Ciudadanos y
Podemos, de momento es un “compromiso” entre los dos primeros, aunque parece
que sin renunciar por parte del PSOE a que se incorpore Podemos al trío. Es
decir que, compromiso sí pero matrimonio serio y excluyente, no. Veremos si
Ciudadanos está dispuesto a compartir los cariñitos con un tercero, e incluso
con un cuarto o un quinto, o… Hasta convertir esto en una auténtico orgía
política.
Esto,
en lo que respecta a los protagonistas principales de la ceremonia. Porque
luego están los invitados. Algunas partes de Podemos -En Marea, Compromís, En
Comú-, no se sabe muy bien si son las piernas, los brazos, la cabeza o el
corazón, parecen dispuestos a separarse del tronco y sumarse a la ceremonia. A
Izquierda Unida y Coalición Canaria, esta Chinche las ve como bastante animadas
a participar en cualquier clase de acuerdo, lo mismo que al PNV. No tanta ilusión
veo en los catalanes, ni los de derechas ni los de izquierdas, aunque de éstos
nunca puede uno estar seguro de que harán, pues casi siempre se suben al carro
del vencedor. Ya saben, cuestión práctica.
Y
a todo este galimatías hay que añadir que los afiliados del PSOE tendrán que
votar, y aprobar o rechazar el posible acuerdo al que se llegue ¿Qué les
preguntarán?
Esperemos
que para la próxima columna, tengamos algunas respuestas.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 01.03.2016
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