La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Titiriteros

  ¡Vaya semanita que nos han dado! Esta Chinche está segura de que muchos jóvenes de este país se han enterado de que existía una cosa que se llama títeres, gracias al número que se ha montado en los “madriles” a cuenta de los titiriteros de la “señá” Manuela.
      Los que ya peinan canas, o simplemente no peinan nada, seguro que recuerdan las marionetas de su infancia, en las que los garrotazos iban unidos de forma inseparable con las risas de grandes y chicos. Cuantos más garrotazos recibía la bruja o el ogro, más risas. Y si el guiñol que recibía las tortas se parecía a algún personaje público, más jolgorio entre los mayores. Con los criterios actuales estoy segura que semejante espectáculo hubiera sido catalogado como políticamente incorrecto.
          Pues bien, los titiriteros del carnaval madrileño, se han llevado más garrotazos que el malo más malo del espectáculo. Esta Chinche no lo ha visto, y por lo tanto no puede juzgar sobre la calidad artística del mismo, pero por el argumento que se ha conocido a través de los medios de comunicación, sí que parece poco apropiado para niños, aunque tampoco menos apropiado que muchos de los programas que las televisiones emiten a cualquier hora del día. Una no encuentra grandes diferencias morales y éticas entre sálvames, grandes hermanos, granjeros que buscan esposa y demás programas de similar contenido, y el numerito de los guiñoles. Sobre todo teniendo en cuenta que en estos últimos los protagonistas directos son unas marionetas, y en los de la televisión son, supuestamente, homo sapiens.
          Y lo que ya ha rizado el rizo del esperpento, muchísimo más que el representado en el teatrillo, ha sido la reacción totalmente desproporcionada de muchos medios de comunicación, y sobre todo de la fiscalía y el juez de turno. Pretender equiparar lo que no es más que un espectáculo de títeres, más o menos irreverente y políticamente incorrecto, con un acto de enaltecimiento del terrorismo, no tiene ni pies ni cabeza. Por esa misma regla de tres, Charles Chaplin debería haber sido juzgado y encarcelado por enaltecimiento del nazismo por su genial interpretación de Hitler en el Gran Dictador.
          En palabras de don Antonio Machado, que al parecer siguen vigentes, “Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”


Cimex lectularius

Publicado en CARRIÓN el 16.02.2016

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