Los humanos utilizan esta expresión para describir
una acción que es absolutamente inútil, y desde el punto de vista de esta
Chinche, eso es lo que están haciendo las instituciones europeas con las
medidas adoptadas para frenar la inmigración de hombres, mujeres y niños que
huyen del horror de las guerras, del hambre y de la miseria que asola sus
países de origen. Cuando el miedo y la desesperación empuja a un ser humano, no
hay barrera ni valla que lo pueda frenar, porque por detrás los viene empujando
una muerte cierta. No queda más remedio que seguir y seguir y seguir, hasta
lograrlo o morir en el intento, pues ésta la tienen segura en su tierra.
Y
para mayor vergüenza de toda la especie, las medidas vulneran los más
elementales derechos humanos. Los asesinos que matan, da igual que sea en forma
de guerra declarada o encubierta, o en forma de atentado repugnante (por
cierto, a esta Chinche le gustaría mucho saber quién los vende las armas y las
bombas con las que asesinan), estarán consiguiendo en parte su objetivo si
Europa no sabe reaccionar respetando los derechos de las personas, pues
precisamente ese es el objetivo de los fanáticos: acabar con los derechos e
imponer el estado de terror y fanatismo que defienden.
Mientras
las actuaciones de los países que se llaman a sí mismos democráticos y
desarrollados, no se dirijan a restablecer la paz, el respeto a la vida y a las
libertades, y el progreso económico en los países de los que huyen, la presión
migratoria sobre sus fronteras será cada día mayor, y cualquier otra medida
será como “poner puertas al campo”, además de ilegal e inmoral.
Y
mientras esta tragedia sucede a las puertas de su cómodo mundo, los humanos
palentinos están muy preocupados por si amplían el pabellón de deportes, que
sigue llamándose Marta Domínguez, o le ponen una boina a la plaza de toros.
Cosas ambas que les pueden costar la friolera de tres millones de euros.
¡Qué
país Miquelarena, qué país!
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 01.04.2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario