¡Ya está! El próximo día 26 de junio, vuelta la
burra al trigo y a votar otra vez. Al parecer, los resultados que se alumbraron
en el solsticio de invierno no han gustado a los dirigentes políticos de este
país, y van a probar con los del solsticio de verano. La verdad es que la
situación tiene su enjundia, o al menos a esta Chinche así se lo parece. Una,
que es un poco ignorante en estos asuntos de los Homo sapiens, piensa que este tema de las elecciones y la posterior
formación de gobierno, no lo tienen bien planteado los humanos.
Se
me ocurren dos posibles soluciones para que esto no se vuelva a repetir. La
primera sería el método mediante el cual se eligió a algunos Papas en la Edad
Media. Se encierra con llave a los diputados en el Congreso hasta que lleguen a
un acuerdo, y solamente se les suministra pan y agua. Pero como es posible que
este método pudiera ser recurrido por violación de los Derechos Humanos, se podría
utilizar otro alternativo, más apropiado a los tiempos de crisis en los que
vivimos.
Una
vez conocido el resultado de las elecciones, los diputados y senadores no
cobrarían sus retribuciones hasta que se produjera la elección del Presidente y
constitución del nuevo gobierno, percibiendo en ese momento su sueldo con
carácter retroactivo desde su elección. En el caso de que no se pusieran de
acuerdo, y se tuvieran que convocar nuevas elecciones, no percibirían su paga,
dado que no han cumplido con el principal cometido para el que fueron elegidos.
Y además, no podrían ninguno de ellos ser candidatos en la nueva convocatoria
electoral. Seguro que se daban más maña.
En
fin, cosas que se le ocurren a esta Chinche, y que no sé si son posibles o no.
Pero, en cualquier caso, lo que no es de recibo es que tengan que pagar el pato
los electores de la incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo.
Esperemos
que el solsticio de verano alumbre unos resultados que permitan formar
gobierno. Es urgente.
Cimex lectularius
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