La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

viernes, 11 de noviembre de 2016

El Cristo del Otero

        Andan los palentinos metidos en la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del escultor Victorio Macho, conocido principalmente en esta ciudad, y hasta no hace mucho exclusivamente, por el gigantesco Monumento el Sagrado Corazón de Jesús que desde el cerro del Otero vigila atentamente la vida y el devenir diario de los habitantes capitalinos. También, y desde 1963, la plaza Mayor luce en su centro la que puede considerarse la última obra esculpida por el genial artista en homenaje a otro palentino ilustre, el escultor paredeño Alonso Berruguete, cuyas obras tuvieron una gran importancia en la vocación de Macho por la escultura.
              La relación de Victorio Macho con su ciudad natal, nació en una humilde casa de la calle Colón el año 1887, fue siempre tormentosa y complicada, hasta el punto que en los años treinta del siglo pasado la beatería palentina le acusó de que la monumental escultura del Cristo del Otero, nombre por el que se la conoce habitualmente, era una burla a Jesucristo. La sublevación fascista contra la República del año 1936, lo pilló en Madrid, y su posterior exilio en Europa y América, de donde no regresó has el año 1952, no favoreció su relación con las conservadoras y reaccionarias fuerzas vivas de la ciudad. El encargo que por iniciativa del alcalde de 1963, Juan Mena de la Cruz, le hizo el ayuntamiento para la realización del monumento a Berruguete, inició un lento proceso de reconciliación con su patria chica. Lento y farragoso, pues en los años ochenta se produjo hasta un “secuestro” por parte del Ayuntamiento de Palencia de algunas de sus obras procedentes del museo toledano Roca Tarpeya, que terminó en los tribunales.
              Esta historia llena de desencuentros entre Palencia y Macho, que parecía ir mejorando, ya fallecido el artista, en la época de Helidoro Gallego como alcalde con la presencia en nuestras calles de diversas reproducciones de obras del escultor, y que debería culminar en el cincuentenario de su muerte, parece que al paso que vamos, tampoco va a ser muy efectiva.
              Faltan escasos cuatro meses para terminar 2016 y salvo algunos detalles simbólicos y poco publicitados, los palentinos no hemos visto de forma clara y popular nada que nos acerque a la obra y la vida de este gran personaje de la escultura del siglo XX.
              Da la sensación de que tendremos que esperar al año próximo, por cierto 130 aniversario de su nacimiento, para ver hechas realidad las mejoras de los entornos del cerro del Otero, y la colocación de una escultura de Victorio Macho.
              Desde el día que falleció y fue enterrado en la ermita que hay a los pies del Cristo del Otero, se sabía que el año 2016 se cumpliría el 50 aniversario. Puras matemáticas. Pero una vez más, la incorregible improvisación de nuestros responsables políticos nos llevará a hacer las cosas tarde, mal y, esperemos que al menos en esta ocasión, no sea nunca.
                                         

              Cimex lectularius

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