..... ¡Donald Trump! Si esto fuera la entrega de los
Óscar de Hollywood, todavía tendría un pase. Pero, no. Esta frase en inglés se
podría haber utilizado el pasado día 9 de este mes, “el primer martes después
del primer lunes de noviembre”, para anunciar al vencedor en la elecciones
presidenciales de los Estados Unidos de América.
Esta
Chinche opina que a los norteamericanos se les ha ido la mano con la broma.
Muchos pensábamos que después de lo de Ronald Reagan, y lo de George Bush por
partida doble, el cupo de bromas con la presidencia se había terminado. Pues
parece que no. La cosa no tendría demasiada importancia para el resto del
mundo, si lo que se elegía el día nueve solamente afectara a los ciudadanos que
lo votaban, es decir, si por ejemplo hubieran elegido a Trump presidente de la
República de Nauru, un país de la micronesia con 21 kilómetros cuadrados de
extensión y algo más de dos mil habitantes. Pero es que no es así. Por
desgracia para el mundo entero, eligieron al presidente de la primera potencia
mundial, cuyas políticas influyen, y de qué manera, en el resto del globo. Como
diría mi tío Zósimo, “se han pasao”.
Como
era de esperar, las comparaciones no se han hecho esperar. Han salido a relucir
desde Berlusconi a Jesús Gil, pasando por el inefable Ruiz Mateos, y otros
dirigentes más o menos folclóricos y estrafalarios. Y las reacciones de los
políticos españoles han sido de lo más variopintas. Desde la coincidencia
ideológica de Aznar, “Confío que Trump
inicie un tiempo de esperanza”; el pelotilleo y sumisión esperables de
Rajoy, “Mi enhorabuena a Donald Trump por su victoria”; o la oportunista y
sabionda de Pablo Iglesias, “Revela el colapso de los sistemas políticos del
mundo occidental”. Como verán, hay para todos los gustos.
Una
cree que no será para tanto. Lo más parecido a un presidente de USA, es otro
presidente de USA, sea cual sea la orientación política que predomine en cada
uno de ellos. Y lo mismo que Barack Obama dijo que iba a hacer, y luego no
hizo, una multitud de cosas, Trump cumplirá una ínfima parte de lo que prometió
a voces en campaña.
Eso sí, como cumpla alguna de
ellas, ¡qué dios nos coja confesados!
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 15.11.2016