El pasado lunes 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1999 mediante la resolución 54/134. Dicha resolución tiene su fundamento en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, ratificada por dicha organización el 20 de diciembre de 1993, donde se afirma que esta violencia es un grave atentado a los derechos humanos de la mujer y de la niña: “A los efectos de la presente Declaración, por “violencia contra la mujer” se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
Esta Chinche, curiosa como es, estuvo investigando el estado de la cuestión en este nuestro país llamado España y descubrió algunos datos que producen auténtico pavor. Desde diciembre de 2004 hasta noviembre de 20012, habían muerto 503 mujeres, asesinadas por sus parejas o ex parejas; en lo que va de este año 2013 -48 semanas- ya han muerto 45 mujeres más, es decir que, en algo menos de nueve años desde que se aprobó la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, han sido asesinadas más de 550 mujeres.
Para más vergüenza de los seres humanos, un reciente informe ponía de manifiesto que un alto porcentaje de jóvenes se han sentido controladas y/o acosadas por sus novios o parejas, y eso que algunos creían que el tema estaba totalmente superado entre las nuevas generaciones. Además, y debido a la crisis económica, se está detectando una disminución de las denuncias por violencia de género, ante el miedo a la situación en la que puede quedar la mujer maltratada.
Ante lo escalofriante de estos datos, ¿qué podemos hacer? La respuesta seguro que no es fácil. Mientras los seres humanos encuentran una solución definitiva al problema, a esta Chinche solo se le ocurre algo que se puede ir haciendo de forma intensiva: educar en los valores de la igualdad y el respeto. Es decir, educar con mayúsculas. Solamente así podremos erradicar en un futuro las actitudes machistas de muchos machotes.
Cimex lectulariusç
Publicado en CARRIÓN el 02.12.2013
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