La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

viernes, 20 de diciembre de 2013

La Duquesa, el Obispo, la Abadesa y el Alcalde

Foto: Diario Palentino
Y el presidente, y otro alcalde, y los representantes del gobierno y de la Junta de Castilla y León, y…
Esta Chinche creía estar en tiempos pasados, pero que muy pasados. La villa de Carrión de los Condes, con fueros reconocidos desde el siglo XI y con título de ciudad desde el año 1894; cuna de personajes ilustres –Marqués de Santillana, Rabí Sem Tob, Enrique Fuentes Quintana, etc.– y etapa principal en el Camino de Santiago, pareció volver durante unas horas del pasado día 3 al “antiguo régimen”.
Las autoridades civiles y “religiosas” rindieron pleitesía a la “nobleza” al más puro estilo medieval. Entre las muchas imágenes que los distintos medios de comunicación desplazados al evento sirvieron a toda España, principalmente a través de los programas “del corazón”, una le llamó a esta Chincha poderosamente la atención. Alfombra roja en el frío patio del Monasterio de Santa Clara; una silla frente a una improvisada estufa eléctrica; una envejecida Duquesa sentada en la silla, y un Alcalde arropando solícitamente las piernas de la “señora” con una manta de piel, mientras el resto de representantes del pueblo llano, y muchos integrantes de ese mismo pueblo, contemplan embelesados la escena. En resumen, una imagen propia de los tiempos anteriores a la Revolución Francesa, con los tres estamentos clásicos del antiguo régimen: el clero, la nobleza y el estado llano, cada uno en su papel.
¿De verdad la ciudad de Carrión necesita de este esperpento para darse a conocer? La extraordinaria colección de belenes de las Claras ¿necesita este circo para ser reconocido y promocionado? La ciudad de las iglesias de Santiago y Santa María, de los Monasterios de Santa Clara –con el Cristo y la Piedad de Gregorio Fernández– y de San Zoilo con su impresionante claustro barroco y su puerta románica, ¿precisa de este espectáculo mediático para ser promocionada turísticamente? La villa en la que Sem Tob escribió los “Proverbios morales” en el siglo XIV, y en la que nació y vivió el Marqués de Santillana, además de otros ilustres personajes, no se merece semejante astracanada, digna de otros tiempos ya pasados y que algunos creían olvidados.
Señores representantes del pueblo, la próxima vez piénsenselo un poco antes de volver a participar en otro espectáculo digno del siglo XVI. Por si aún  no se han enterado, estamos en el siglo XXI.
 Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 19.12.2013

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