Si observan ustedes las teclas de su ordenador, o máquina de escribir aquellos que aún la utilicen, observarán que las seis primeras letras del mismo, comenzado por la fila superior izquierda, son QWERTY, que son las que dan nombre al más común de los teclados, el “teclado qwerty”. Por eso digo que nuestro nefasto ministro de educación, el ínclito señor WERT, es un teclado incompleto.
Como cualquiera puede imaginar, con un teclado incompleto malamente se puede redactar o escribir nada que tenga sentido. Y precisamente de eso es de lo que adolece la mal llamada “ley Wert”, y cuyo pretencioso nombre verdadero es Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, LOMCE. Y digo mal llamada porque esta ley no es del ministro de educación y tampoco del Presidente del Gobierno, es la ley educativa del Partido Popular y, en parte, de la Conferencia Episcopal Española. Y para más ignominia, y al paso que va este gobierno, será el único punto del programa electoral del PP que se va a cumplir.
Si a cualquier persona con sentido común, ese sentido tan querido y citado por don Mariano Rajoy, se le pregunta qué haría para mejorar la educación de este país, seguro que se le ocurren un gran número de medidas: generalizar la educación infantil en el tramo cero tres años e incluirla en el sistema público educativo; potenciar la detección precoz de problemas en los alumnos y alumnas en educación primaria; establecer apoyos a los alumnos lo más temprano posible; reducir la ratio profesor alumno, sobre todo en las clases de idiomas; profundizar y mejorar la diversificación curricular en secundaria; fomentar y ampliar la implicación de padres, profesores y alumnos en la gestión de los centros escolares; etc.
Pues bien, como el PP ha redactado esta ley con un “teclado incompleto”, ni uno sola de estas medidas aparecen ni siquiera mencionadas en ella. Y si aparecen lo hacen en sentido contrario al sentido común.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN el 29.10.13
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