Lo de los socialistas españoles cada día se parece
más a las clásicas corridas de toros de beneficencia que se celebraban el siglo
pasado. La alta sociedad y las fuerzas vivas de la capital se reunían en el
casino y decidían organizar una corrida de toros para bajo la cobertura de la
caridad cristiana bien entendida. Se contrataba a un torero ya consagrado para
dar lustre al espectáculo; se completaba la terna con un diestro cómodo y
discreto, y con un tercero que, unas veces era una joven promesa y otras un
maduro triunfador venido a menos, con el
objetivo de permitir el triunfo y lucimiento del primero.
En
el gran coso que es esta España nuestra, las fuerzas vivas del socialismo
patrio, los González, Zapatero, Rubalcaba, etc., acompañados de la alta
sociedad económica y mediática, los Cebrián, Alierta, Botín, etc., decidieron
que el “diestro” que mandaba en el panorama socialista se les estaba yendo de
las manos, y acordaron organizar de nuevo la lidia para arrinconarlo y mandarlo
a la jubilación, y que otro u otra tomara el mando, porque eso sí ellos son muy
progres y están dispuestos a permitir que una mujer sea la nueva estrella del
toreo patrio, siempre y cuando toree a su gusto y bajo su estricto control.
Así
que, con la plaza preparada y los morlacos que ellos creían mansos y afeitados,
lanzaron al ruedo al diestro venido a menos, para que, tras la intervención de
algún espontáneo que siempre aparece, saliera la nueva estrella, triunfara en
la lidia y saliera por la puerta grande.
Pero
hete aquí que, ni los morlacos -los afiliados- eran mansos y estaban afeitados,
ni el anterior diestro estrella -Pedro Sánchez- estaba dispuesto a dejar pasar
la corrida sin su intervención. Así que ahí tenemos a los organizadores
escondidos en sus palcos y barreras sin atreverse a asomar por si la corrida no
sale como estaba preparada, y a la futura nueva estrella -la de Triana- con más
miedo que vergüenza antes de decidirse a saltar al ruedo, a pesar de tener una
cuadrilla dispuesta a todo. Parece que el triunfo fácil, se ha puesto muy caro.
Cimex lectularius