En estos entrañables días navideños, en los que los
deseos de paz y armonía son tantos y tan empalagosos, le dio a esta Chinche por
imaginar como lo llevarían los “compañeros” de los distintos partidos políticos
que tenemos la inmensa suerte de “disfrutar”
los españolitos de a pie.
Las
cuatro principales fuerzas políticas de ámbito nacional, -PP, PSOE, Ciudadanos
y Podemos-, van a celebrar sus respectivos congresos. Y empleo celebrar en la
segunda acepción del término según el DRAE: “Realizar un acto formal con las
solemnidades que este requiere”, porque ninguna de sus otras seis le son de
aplicación. No sabemos cómo pueden terminar dichos eventos congresuales pero,
de momento, los prolegómenos están siendo cualquier cosa menos una “celebración”.
Al menos en los tres partidos que no
ostentan el gobierno.
Lo
del PSOE y lo de Podemos, es para nota. Los socialistas, a poco que se empeñen,
en lugar de un congreso lo que pueden celebrar es su funeral. La abstención
para permitir que se formara un gobierno de derechas, no ha sentado nada bien
en sus bases, y el patio no está para muchas alegrías. Los navajazos y las
traiciones, son el pan nuestro de cada día en el viejo partido que fundara
Pablo Iglesias.
Los “podemitas” de la nueva
política, que lo van a celebrar en una plaza de toros, el otro Pablo Iglesias
puede terminar toreando, picando, banderilleando y matando a estoque a uno de
sus fundadores. Han sido muy aplicados y rápidos en aprender y aplicar las
peores mañas de las viejas formaciones. No me quiero ni imaginar cómo se han
deseado felices fiestas los compañeros de la vieja y la nueva izquierda.
Los
también nuevos de Ciudadanos, acorde con su cada día mayor insignificancia
política, casi abducidos por el PP, lo llevan con más discreción. Pero también
tienen sus más y sus menos. A muchos de sus integrantes no les está gustando ni
un pelo la bajada de pantalones que han protagonizado sus actuales líderes, en
su pacto de gobierno con Mariano Rajoy.
Y
mientras tanto los populares, que también se tienen entre ellos sus
correspondientes “cariños”, aparentemente están preparando su celebración, y en
este caso, en la quinta acepción de la palabra: “Alabar o elogiar algo o a
alguien”, evidentemente a don Mariano Rajoy.
¡La
fuerza que da tener el poder del BOE!
Cimex lectularius
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