La Chinche

En este blog se publicarán, con posterioridad a la publicación de la edición en papel, los contenidos de la columna que con el mismo nombre de La Chinche, aparecen quincenalmente en el periódico CARRIÓN.
Conocido vulgarmente como "chinche de las camas", y cuyo nombre científico es Cimex lectularius, la chinche es un insecto picador que se alimenta con la sangre de animales homeotermos (de sangre caliente). Su picadura no puede ser sentida inmediatamente por sus víctimas gracias a los anestésico y anticoagulantes que su saliva contiene. Solo horas después de la picadura comienzan a sentirse sus efectos.
Como la chinche, pretendemos picar sin que se sienta, en la política castellana y leonesa, palentina y española.

sábado, 17 de enero de 2015

¡Yo también soy Charlie!

En este segundo artículo del año 2015, esta Chinche tenía previsto hablar de educación, al hilo de la aprobación por parte del gobierno del decreto que establece el diseño curricular de la ESO, y que consagra el despropósito que supone la LOMCE. Una ley que va a suponer que se estrellen contra ella los más débiles, en una dirección totalmente opuesta a lo que se hace en países como Finlandia.
Pero hete aquí que unos individuos con el cerebro alienado por el fanatismo religioso, se lían a tiros en París, la capital del país que supuestamente ha sido siempre la vanguardia del laicismo y de la tolerancia, y en nombre de no sé qué mandato divino asesinan a doce personas, entre ellas a un policía y a varios miembros de la redacción de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo”.
Es más que probable que los lectores de esta columna, al igual que le pasa a esta Chinche, no hayan leído nunca o casi nunca la citada revista. También es muy posible que a algunos o muchos de los que la hayan leído no les guste, e incluso les pueda parecer de mala calidad, escandalosa o irreverente. No importa. Con no comprarla y no leerla, arreglado el problema. Es casi seguro que muchas de las miles de personas que en Francia y en el resto de Europa han salido a la calle estos días con carteles en los que se leía “Je suis Charlie” (yo soy Charlie), tampoco han leído la publicación o tampoco comparten sus contenidos. Lo que esas personas quieren expresar es el rechazo más absoluto a la violencia y al fanatismo, venga éste de donde venga. Pero también quieren defender la libertad de expresión.
La cita “No estoy en absoluto de acuerdo con tus ideas, pero daría mi vida por tu derecho a defenderlas”, atribuida al dramaturgo y filósofo francés Voltaire, adquiere en estos momentos mayor validez que nunca.
Lo que supondría un error de dimensiones irreparables, sería estigmatizar a las personas de religión musulmana atribuyendo una culpa individual a todo un colectivo religioso. Miles de musulmanes padecen diariamente en sus propias carnes la violencia de los mismos fanáticos extremistas que han intentado asesinar la libertad de pensar y expresarse.
Si caemos en esa trampa, los fanáticos habrán ganado.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN 15.01.2015

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