Campañas

Si Dios no lo remedia, y creo que no lo hará, los sufridos habitantes del suelo patrio padecerán a lo largo de este 2015, un número aún indeterminado de campañas electorales. Los Homo sapiens de todas las autonomías/regiones/nacionalidades –que una ya no sabe cómo llamarlas– de este país, elegirán en mayo a sus ediles y alcaldes.

En septiembre, los “ciutadans de Catalunya” tendrán que elegir a sus gobernantes y de paso, y como quien no quiere la cosa y por eso de que las susodichas elecciones son plebiscitarias, decidir si quieren o no independizarse del resto de España ¡Caprichitos del “molt Honorable” señor Mas!

En el mes de noviembre, o cuando le venga bien a don Mariano Rajoy en función de la evolución de las cifras del paro y de los datos económicos, todos y todas, españoles y españolas, tendrán que decidir con su voto si todo sigue igual o parecido, o si por el contrario le dan un vuelco copernicano al panorama político de los últimos 37 años.

Y para rematar la faena, la Presidenta de Andalucía anda estos días deshojando la margarita sobre si convoca o no elecciones en la tierra de María Santísima, ante el farol que le han echado los socios de Izquierda Unida. Parece ser que tiene complicado buscar una fecha, pues entre la Semana Santa, la Feria de Abril y la Romería del Rocío, los andaluces pueden no estar muy por la labor de dejar la fiesta y meterse en fregaos electorales.

Aquí en la más austera y sobria tierra palentina, la candidata del PSOE les ha cogido la delantera al resto de competidores y ahí la tenemos lanzada en una precampaña puerta a puerta, por las calles y los barrios de  la capital del Carrión (del río, no de este periódico).

Cuentan los palmeros de la candidata que cada semana de labor llama a más de quinientas puertas. No dicen cuantas se abren y cuantas las utilizan para darle con ella en sus narices. Pero a la vista del número de asistentes a las asambleas que celebra en cada barrio como colofón de las visitas, parece que el entusiasmo por la iniciativa, es más bien escaso, por no decir nulo.

Así que ojito este año con abrir la puerta sin preguntar. Pueden encontrarse con un candidato o candidata o con el cartero que le traiga a usted una multa. Y esta Chinche no sabe muy bien qué es peor. Así que, ¡qué dios reparta suerte!

Cimex lectularius

Publicado en CARRIÓN 30.01.2015