España

Lleva unos días esta Chinche que, más que ganas de picar, está que muerde.

La caverna mediática de este país se encuentra inmersa en una vergonzosa y vergonzante campaña de desprestigio contra los sindicatos UGT y CCOO, a cuenta de las movilizaciones que están protagonizando en estos últimos días y, principalmente, de la convocatoria de una jornada de huelga general para el próximo día 29 de marzo. Multitud de artículos de opinión, editoriales y algunas primeras páginas escandalosas, e incluso es posible que hasta perseguibles judicialmente, entre las que se llevan el primer premio ex equo “29-M huelga contra España” y “UGT y CCOO convocan una jornada de violencia el 29M”.

El concepto patrimonialista que la extrema derecha de este país tiene de España, y su sentido de propiedad de la calle, les lleva a confundir sus propios intereses con los de España. Están convencidos de que los miles y miles de trabajadores que estos días están saliendo a la calle en defensa del estado de bienestar, y ejerciendo un derecho recogido en el artículo 28.2 de nuestra Constitución, no son tan españoles como ellos mismos se creen.

El próximo 15 de junio se van a cumplir 35 años de la celebración de las primeras elecciones democráticas tras la muerte del dictador, y es más que probable que muchas de las instituciones democráticas de este país necesiten una buena revisión y puesta a punto. Entre ellas están, sin duda ninguna, los sindicatos, los partidos políticos y las organizaciones empresariales. Pero las tres son imprescindibles para articular y canalizar la participación democrática de los ciudadanos. Esta sucia campaña de desprestigio que se está orquestando contra los partidos políticos y las organizaciones sindicales desde determinados  medios de comunicación, con la connivencia de algunos políticos de la derecha más irresponsable, tiene un objetivo muy evidente: dejar a la inmensa mayoría de ciudadanos inermes e indefensos ante los abusos de los mercados y del capitalismo más despiadado.  

Para que una democracia funcione correctamente es necesario que, además de votar, los ciudadanos participen de forma organizada, misión que nuestra norma constitucional encomienda, de forma prioritaria, a partidos políticos y sindicatos. No podemos caer en la trampa del desprestigio indiscriminado de ambos, porque el mismo dejaría el terreno abonado para la aparición de iluminados y redentores apolíticos, y todos sabemos a dónde nos llevarían.

En fin, que como había dicho, hoy más que picar, muerdo.

Cimex lectularius