Anda la muchachada del PSOE metida en un buen berenjenal eligiendo, mediante el sufragio directo y secreto de todos sus afiliados, a su nuevo secretario general. Y la verdad es que, independientemente de la valía y capacidad de los candidatos, lo están haciendo bastante bien. O al menos eso parece, visto desde fuera de la organización. La mecánica electoral parece estar funcionando correctamente con las mínimas interferencias de lo que ellos llaman “el aparato”, probablemente porque los tres aspirantes están empeñados en demostrar que ninguno de ellos pertenece o tiene el apoyo del mismo.
El debate celebrado hace unos días fue de guante blanco, lo que ha hecho que fuera calificado de soso y sin contenido por muchos medios de comunicación, seguramente porque los comparan con las escandaleras impresentables que se forman en sus programas de debate. Alegan que no se vieron diferencias fundamentales entre ellos, y que únicamente se apreciaron diferencias de matiz. ¿Qué esperaban? Los tres pertenecen a la misma formación política y se supone que comparten los principios de la misma. Estos mismos medios que han criticado la blandura del debate, habrían proclamado a los cuatro vientos la “fractura sin remedio del PSOE”, si los contendientes se hubieran tirado los trastos a la cabeza y hubieran manifestado profundas diferencias ideológicas y programáticas.
Al resto de los ciudadanos de este país, este proceso puede que nos sea ajeno, pero piensa está Chinche que no es así. Estas “primarias”, sobre todo si les salen bien a los socialistas, supondrán, les guste o no al resto de formaciones políticas, un antes y un después en su forma de funcionar. Más tarde que pronto, todos los partidos, y los de “izquierdas” los primeros, tendrán que ir adoptando estos procedimientos para la elección de sus dirigentes.
Y lo que es más importante, y esto sí que nos afectará a muchos españoles que no militamos en ningún partido, el siguiente paso será la celebración de unas auténticas primarias, abiertas a la participación de los no afiliados, para la designación de candidatos a presidente del gobierno, de comunidades autónomas y, por qué no, de las alcaldías.
Estaremos atentos.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN 21.07.2014
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