¡Por fin pasó el 25N! Estaba
ya esta Chinche hasta el colodrillo, de el raca-raca que se han traído estos últimos meses los medias de
comunicación y la clase política: que si independencia, que si soberanismo, que
si federalismo, que si referéndum, etc., etc.
Los catalanes han acudido en muy
alta proporción a las urnas, dicen que una de las más altas en consultas
electorales de este tipo, y de forma pacífica y democrática, han dictado su
veredicto inapelable.
Los distintos dirigentes
políticos tratarán de hacer una lectura favorable a sus intereses, de forma que
al final, a los atónitos ciudadanos les queda la absurda sensación de que todos han ganado, lo que, como el
avispado lector ya sabrá, es imposible.
Veamos los datos. CiU, que con 62 diputados en las
elecciones de 2010 ha hecho una campaña pidiendo una “mayoría significativa”
para poder llevar adelante su plan soberanista y al final independentista, ha
sufrido un serio retroceso quedándose en 50 escaños, muy lejos de cualquier
mayoría, ni absoluta ni significativa. ERC,
el partido de la izquierda independentista, ha duplicado ampliamente sus
escaños, pasando de 10 a 21. Los otros dos partidos también de izquierdas y
partidarios del soberanismo, ICV y CUP han pasado de 10 a 13, y de no
estar en el Parlamento, a 3 diputados, respectivamente. Esto daría a los
partidarios del soberanismo y/o la independencia, un total de 87 escaños, una
muy significativa mayoría (el Parlamento está formado por 135).
Por su parte, el PSC -¿Aliado,
socio, marca independiente del PSOE en Cataluña?- ha sufrido un nuevo bajón
en sus resultados, a pesar de que ya partía con solamente 28 escaños que eran
hasta entonces el peor resultado de su historia, quedándose con unos exiguos 20
diputados, pasando a ser el tercer partido en Cataluña, y solamente a uno de
distancia del PP, que ha subido de
18 a 19 a pesar del aparente desgaste que deberían haber sufrido al estar
gobernado en el conjunto del Estado. Junto a éstos, los 9 escaños, 6 más que en
2010, obtenidos por Ciutadans, sitúa
las posiciones contrarias al soberanismo y la independencia, con 48 escaños en
el nuevo Parlament.
Ante este panorama, esta Chinche solamente puede hacerse algunas
preguntas, por si algún Homo sapiens
se las puede contestar.
¿Qué deriva va a tomar el plan
soberanista de Artur Mas? ¿Quién le
apoyará en ese recorrido? ¿La “izquierda” nacionalista? Por cierto, ¿cómo es
posible ser de izquierdas y nacionalista? ¿Entenderán los “nacionalistas españoles” del PP que en Cataluña hay un arraigado
sentimiento de malestar con el resto de España, muy mayoritariamente extendido
entre la población, y dejarán de echar más leña al fuego? ¿Se sentirán
obligados a dialogar o ante el “éxito” electoral de la Sra. Sánchez-Camacho
seguirán cerrando los ojos a la realidad social?
Y en el PSC -¿PSOE?- ¿creerán que
han ganado las elecciones porque han mejorado los resultados que las encuestas
les atribuían? ¿Se escindirán definitivamente del PSOE? ¿Se darán cuenta, tanto
en el PSC como en el PSOE de que tienen que reaccionar contundentemente o
dejarán de ser el Partido que articulaba de forma realista la izquierda de este
país? ¿Se darán cuenta que los términos “izaquierda” y “nacionalismo” son
absolutamente contradictorios?
En fin, esperemos que el tiempo nos
vaya dando la respuesta adecuada y no traumática a estas, y a otras muchas
dudas, que ocupan los pensamientos de muchos españoles y catalanes.
Cimex
lectularius
Publicado en CARRIÓN el 03.12.12
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