Así se titulaba una canción infantil de los años 70 del siglo pasado, que se hizo muy popular en la única televisión que en aquellos años “disfrutaban” los ciudadanos de este sufrido país, y que ahora, en pleno siglo XXI, se podría aplicar sin temor a errar en exceso a la situación política en general, y a algunos partido en particular.
Vayamos por partes. En el PP, y debido a su forma de funcionamiento, más digital que democrático, el espectáculo circense se circunscribe a sus métodos de financiación, sus empleados con finiquitos aplazados y sus repentinas pérdidas de memoria: “yo no sé nada, yo no fui”. Ya que en cuanto a la elección de los distintos candidatos, todos a la espera de a quién señale “el dedo de dios”.
Lo de IU, más que a un circo se parece a un negocio en liquidación. Unos se van, a otros lo echan, los de más allá se disuelven en Ganemos, y el resto se queda sin referentes ni estrategias.
UPyD, o con más propiedad el “Pink Party”, en plena hemorragia de votos al haber cometido el tremendo error estratégico de no llegar a un acuerdo con Ciudadanos, debido precisamente al vedetismo de su principal dirigente. A este último, en cambio, día a día las encuestas le van dando mayores cuotas de aceptación del electorado.
El partido revelación de los últimos tiempos, Podemos, comienza a presentar algunos síntomas preocupantes. Su discurso ético y de regeneración política, que incluye un rechazo total y absoluto a las formas de actuar de los partidos clásicos, está dejando ver algunas grietas, pues ante los primaros problemas que les han surgido, sus formas de respuesta y actuación se diferencian más bien poco, por no decir nada, de las del resto.
¿Y el PSOE? ¡Ay el PSOE! Estos sí que tienen montado un buen circo. Eligen a su líder en unas primarias, que todos suponían iban significar el inicio de una nueva forma de hacer política, y a los cuatro días ya están poniendo en cuestión ese liderazgo. Un día manifiestan que “jamás pactaremos con el PP”, y al día siguiente firman un pacto antiterrorista vergonzante que, para mayor escarnio, dicen que van a modificar en cuanto gobiernen porque no están de acuerdo en algunos puntos esenciales, como el de la cadena perpetua. Y para ir rematando la faena circense, al menos de momento, disuelven la ejecutiva del PSOE madrileño y dejan a dicha federación sin candidato a la Comunidad. Vamos, que como se suele decir, estos ponen un circo y les crecen los enanos.
Pero en fin, la función circense sigue, y dura nada más y nada menos que hasta diciembre.
Cimex lectularius
Publicado en CARRIÓN. 16.02.2015