Los sustitutos

          En el momento de escribir esta columna, que por motivos organizativos se hace cinco o seis días antes de que esté en manos de los lectores, ha transcurrido ya casi una semana de campaña electoral, y ni se sabe cuántos días de larguísima precampaña, y ya vamos viendo por qué derroteros discurre.

              En Palencia se celebró hace unos días un original coloquio entre los cabezas de lista al Congreso de los Diputados de los cinco principales partidos que se presentan en Palencia. Los organizadores pretendían, y esta Chinche cree que lo lograron, que los ciudadanos conocieran mejor y desde un punto de vista más íntimo y personal a las personas que pueden llegar a representar a los palentinos en la cámara baja del Parlamento español. Para ello, el psicoanalista Fernando Martín Aduriz, consiguió reunir a Mª Luz Martínez Seijo del PSOE, Enrique Rivero Ortega de Ciudadanos, Rocío Blanco de IU y Carlos Sánchez Reyes de Podemos. Todos ellos números uno de la lista al Congreso de sus respectivos partidos. No pudo contar con el cabeza de lista del PP don Iñigo Méndez de Vigo, Ministro de Educación, que fue sustituido por el segundo de la lista, Miguel Ángel Paniagua, que por cierto, y según me han contado, lo sustituyó con muy buen nivel.

              Parece ser que esto de las sustituciones es una norma que se ha establecido en el PP, pues también a nivel nacional, don Mariano Rajoy envió al debate de Antena 3 a Soraya Sáenz de Santamaría a que diera la cara por él ¡Y bien que se ganó el sueldo la Vicepresidenta!

              Esta Chinche no quiere ni imaginar que estas sustituciones en los debates puedan significar que al día siguiente de las elecciones, los sustituidos “tomen las de Villadiego” y dejen a los sustitutos para que se coman el marrón. Estaríamos ante un engaño a los ciudadanos, cosa que por otra parte no es la primera vez que ocurre, y ejecutado por fuerzas políticas de muy distinta ideología.

              En fin, habrá que estar atentos a las sorpresas que nos depara esta campaña. Las comentaremos en la próxima columna, pero eso será ya después de las elecciones.

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Calma chicha

        Aunque el resultado de las elecciones municipales de mayo de este año en el Ayuntamiento de Palencia, en las que ningún grupo político alcanzó la mayoría absoluta, parecían anunciar un mandato movidito para el señor Polanco, la realidad ha venido a demostrar que no ha sido así. Como decía  mi tío Zósimo, en el consistorio palentino reina una sospechosa “calma chicha”. Bien es verdad que con algún que otro sobresalto, pero lo cierto es que da la sensación de que el PP sigue manteniendo la mayoría suficiente para gobernar.

        Los munícipes de Ciudadanos, una vez asentados en sus dedicaciones, desempeñan a la perfección su papel de muleta del alcalde, y salvo algún que otro pequeño desencuentro, más para la galería que de fondo, permiten a éste gobernar cómodamente.

     El grupo de concejales del PSOE, a pesar de ser la segunda fuerza, da la sensación de ir totalmente a remolque de las iniciativas de Ganemos, en el que un muy bien reforzado Juan Gascón, en conexión con todo tipo de movimientos ciudadanos, parece ser la verdadera y única oposición. Las asociaciones de vecinos más peleonas han encontrado en este grupo sus mejores valedores ante el ayuntamiento capitalino. El partido socialista aparece como mera comparsa en temas como el problema del ferrocarril, y para una vez que parecían tomar la iniciativa en las críticas al Alcalde por su elección como Presidente de la Federación Regional de Municipios, habían olvidado los múltiples cargos que en esos ámbitos desempeñó su compañero y anterior alcalde don Heliodoro Gallego. Así que, mutis por el foro, y se acabó el tema.

      En estos últimos días ha surgido un asunto que parecía podía dar un poco de vidilla al consistorio, a cuenta del fiasco, por otra parte bastante previsible, que para los palentinos ha supuesto el caso Marta Domínguez. La ahora desprestigiada corredora fue en su día objeto de un excesivo encumbramiento, y tenemos Palencia sembrado con su nombre, estatua incluida. Pues bien, a día de hoy, al menos esta Chinche no tiene nada claro que es lo que piensan al respecto ni el alcalde ni los distintos grupos de oposición. Como se dice vulgarmente, “se la cogen con papel de fumar”. Veremos que hacen con la calle, el pabellón y la estatua.

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